El pueblo cuenta

N° 27 Año 3
Diciembre de 2019

Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro


SUMARIO

El cóndor y la doncella
Cuento del Eqeqo



EL CÓNDOR Y LA DONCELLA 
Leyenda de los Andes bolivianos 

El Pueblo Amara Cuenta que en tiempos antiguos, antes de awti timpo en el mes de junio, cuando hacía más frío que en todos los demás, un cóndor llamado Mariano salió a buscar una niña muy fuerte y bien formada para casarse con ella. Era el tiempo seco y vacío, el awtichiri, cuando la tierra descansa del largo trabajo de producir y dar frutos. Era bueno para comenzar a acicalarse para el tan esperado casamiento.
Resultado de imagen para awti tiempo
Calendario Festivo Aimara

Pensando así, Mariano se acercó al penacho más próximo al ayllu y miró a las muchachas que se preparaban para la fiesta del awti timpo. Vio a varias que se apuraban en atar sus trenzas, en ponerse a las espaldas la ikiña para llevar sus pertenencias y una le llamó la atención por ser la más alegre. Se acercó a ella volando y al llegar a su casa la rodeó por detrás y se presentó vestido de gala. 
Imagen relacionada
El Cóndor Mariano
Él era un señor bastante apuesto y a la muchacha, que se llamaba María, le gustó su aspecto y su porte. No se demoró mucho Mariano en ofrecerle matrimonio e invitarla a vivir con él en las alturas. Le habló de tener hijos y enseñarles a volar, de buenos granos y mucha carne para el alimento de la familia y de ver el sol desde arriba, y también la noche con estrellas y luna. 
 María

Pero María aún quería conocer más jóvenes y no se quiso casar. El cóndor se fue a lo alto y decidió que nunca abriría su casa, que era su palacio, a aquella tan tonta niña. Luego se acercó a ella un pájaro llamado Alejo o Alqa Amaru, muy bien nutrido, cuyas plumas lo hacía ver ágil y muy interesante. Le prometió que iría con ella hasta el valle, y traerían frutas secas y mucho maíz. 
Resultado de imagen para hombre pájaro aimara
Alejo

Era huérfano y por eso las muchachas correteaban alrededor de él haciéndole señas y jugando a esconderse. Así era el más mujeriego y eso a María le hacía gracia. Cuando él le propuso casamiento, ella se sintió muy halagada, porque todas las niñas lo cortejaban. Pero se asustó de nuevo y recordó al cóndor, pensando que la casa del rey de los animales debería ser mejor que la de este (hombre pájaro) que no sabía volar hasta los (Apus) malkus.
Resultado de imagen para el zorro andino
Zorro Andino

 No quiero casarme todavía, dijo María y se fue por los cerros a buscar nuevas aventuras. Así se encontró con Lari, el zorro. Muy silencioso, al lado de una piedra, al verla avanzar, buscó unas ropas abandonadas y sacudiéndolas un poco se puso en conquistador, entre unos cactus candelabro y unas piedras. Le gustó a María el silencio y el viento, que eran los únicos sonidos que se escuchaban. 
Resultado de imagen para awti tiempo
María

María se sintió muy tranquila y cuando él le ofreció quedarse a vivir entre las piedras, aceptó, porque ya no le quedaban pretendientes. Pasado el tiempo, habiendo despreciado al rey de las alturas, al del llano, se conformó  con el zorro silvestre, el  de menor jerarquía entre los humanos en cuerpo de animales en el universo. El cóndor siguió viéndola desde lo alto y ella suspiró por él, pues sufría por tener que ir tras el zorro  el resto de su vida. 

Fuente: Portal Radialistas Apasionadas y Apasionados. 
Disponible en: http//www.radialistas.net




Cuento del Eqeqo 

Leyenda de Puno, lago Titicaca, Perú
Eqeqo

Hace muchos milenios, había un aimara de nombre Iqiqu, humilde, bondadoso, caritativo y sonriente. Era fornido y  de baja estatura. Él fue un hombre que buscaba una vida armoniosa entre los humanos, y por dondequiera que él andaba, predicaba las buenas costumbres. Donde había problemas y llantos llevaba la solución, la consolación y la alegría.

Eqeqo

Un día, por sus cualidades maravillosas, recibió poder de Apu Qullana Awki (Dios Padre Divino) que moraba en las alturas sagradas de Khunu Qullu (Montaña Nevada). Con este poder, Iqiqu había logrado realizar grandes hazañas. El Pueblo Aimara Cuenta que manejaba grandes piedras, secaba el agua, trasladaba rocas y montañas solamente con hondas y su voz. Todo le obedecía. 

Eqeqo

Iqiqu tenía una honda y una chuspa (bolsa). Así caminaba por las montañas, cerros, pampas y por las riberas del Lago Titicaca. Al que lloraba le consolaba y hacía reír; al que no tenía productos se los proporcionaba; a los que querían casarse los juntaba para que formaran su hogar. Por esas elementales y simples razones, la gente  aimara siempre lo seguía de cerca.

Chuspa

Un día vino el Awqa (ser maligno) con su gente sanguinaria. Su aspecto era de un hombre barbudo, de tez blanca y con genio muy malo. Awqa se portó muy cruel. Atemorizaba a los aimaras y persiguió a Iqiqu. A los que lo seguían los desbandó, a otros los asesinó ferozmente y a algunos los obligó a que no le apoyasen. Cierta vez Iqiqu llegó a un ayllu donde Awqa también había instalado su posada para continuar persiguiendo a Iqiqu. 

Awqa

Mientras éste iba promoviendo diferentes formas de ayuda mutua, Awqa y su gente malvada, lo rodearon y capturaron. Torturaron y despedazaron el cuerpo de Iqiqu. La cabeza, los brazos, las piernas y otras partes del fueron desparramados por todo el altiplano y en la cordillera, a fin de que no volviera a integrarse, porque temían el poder del héroe aimara. 

Awqa

Los abuelos del pueblo cuentan que cada uno de los miembros del cuerpo de Iqiqu está tomando forma y ha comenzado a revivir. Algunos otros dicen que cada parte se ha levantado y está en camino hacia Wiñay Marka. Un día no muy lejano, llegarán a la Ciudad Eterna. Sus piezas se juntarán e Iqiqu recobrará la fuerza sobrenatural con la que reunirá a su pueblo y lo guiará. Entonces renacerá la nación Aimara y tendrá mucho poder en el Universo.

Wiñay Marka: Ciudad Eterna

Fuente
Aymara Uta. Tradición oral recopilada por Víctor Ochoa. 
Disponible en: http//www. www.aymara.org.

El Iqiqu (Eqeqo o Ekeko) es un demiurgo y también un dios aimara de la abundancia. Él es el objeto principal de la  Feria de la Alasita, que es tradicional en las ciudades de La Paz, en Bolivia​ y Puno, en el Perú. Su principal característica es la venta de miniaturas con una finalidad ritual.  Se espera que los objetos representados en ellas se hagan reales y mágicamente se materialicen. 








No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 El pueblo cuenta N° 43 Año 3 ABRIL   2021 Texto: Alicia Grela Vázquez Imagen: Elsa Sposaro La Salamanca SUMARIO La Salamanca El duen...