EL PUEBLO CUENTA
AÑO I Nº 2
Noviembre 2017
SUMARIO
El pueblo cuenta con la Constitución
Cartografía
Arauco tiene una pena
El pueblo cuenta con la Constitución
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
AÑO I Nº 2
Noviembre 2017
Símbolos ancestrales - Julián Roura
SUMARIO
El pueblo cuenta con la Constitución
Cartografía
Arauco tiene una pena
El pueblo cuenta con la Constitución
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa Sposaro
La República Argentina
aprobó la primera Constitución Nacional en el año 1853. En ella se estableció
como forma de gobierno: la republicana, representativa y federal. Dedicaba
el artículo 67 inciso 15 al tema de los pueblos autóctonos. Corresponde al Congreso proveer a la seguridad de las fronteras; conservar el trato pacífico
con los indios, y promover la conversión de ellos al catolicismo.
Los constituyentes de 1853
consideraban que los pobladores
originarios eran una representación simbólica de la barbarie, obstáculo para la civilización.
Temían sus avances: malones y respondían
con represalias: malocas. Para
advertir tempranamente sus incursiones construyeron mangrullos.
Y por si eso no fuera suficiente
realizaron Campañas al Desierto (que
no era tal), sino genocidios. Los legisladores del siglo XIX consideraban además
que el Estado (declaradamente laico)
podía imponer una forma de cristianismo
(el catolicismo apostólico romano) como creencia religiosa. Esto fue posibilitado por el
idioma castellano, que sometió a las lenguas locales.
Los tiempos hicieron posibles
muchas Reformas a la letra de la Constitución de 1853. De ellas la más reciente
fue la de 1994. En ella el espíritu cambió, como puede entenderse por el texto
del artículo 75 inciso 17: Corresponde al Congreso
reconocer la preexistencia étnica y
cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a
una educación bilingüe e
intercultural; reconocer la personería jurídica
de sus comunidades, y la posesión y
propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas
para el desarrollo humano; ninguna
de ellas será enajenable,
transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a
sus recursos naturales y a los demás
intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas
atribuciones.
Muchas son las diferencias entre
los textos. Ellas van desde en cuidado en la designación para evitar que la
denominación estigmatice o discrimine, hasta evitar los términos derogatorios
anteriormente empleados para referirse a los pueblos indoamericanos. Respeto y
reconocimiento de la necesidad de educación bilingüe e intercultural y su
personería jurídica; la posesión y propiedad comunitaria de las tierras y su
derecho a participar en la gestión de sus recursos naturales. Pero todo esto
difícilmente trasciende de las palabras a los hechos. Se requieren acciones
políticas que interpreten y traduzcan en obras el espíritu de la Reforma.
Cartografía
Cartografía
Arauco tiene una pena
Violeta Parra
Arauco
tiene una pena
Que no la puedo callar,
Son injusticias de siglos
Que todos ven aplicar,
Nadie le ha puesto remedio
Pudiéndolo remediar.
Levántate, Huenchullán.
Un día
llega de lejos
Huescufe conquistador,
Buscando montañas de oro,
Que el indio nunca buscó,
Al indio le basta el oro
Que le relumbra del sol.
Levántate, Curimón.
Entonces
corre la sangre,
No sabe el indio qué hacer,
Le van a quitar su tierra,
La tiene que defender,
El indio se cae muerto,
Y el afuerino de pie.
Levántate, Manquilef.
Adónde
se fue Lautaro
Perdido en el cielo azul,
Y el alma de Galvarino
Se la llevó el viento sur,
Por eso pasan llorando
Los cueros de su kultrún.
Levántate, pues, Callfull.
Del año
mil cuatrocientos
Que el indio afligido está,
A la sombra de su ruca
Lo pueden ver lloriquear,
Totora de cinco siglos
Nunca se habrá de secar.
Levántate, Callupán.
Arauco
tiene una pena
Más negra que su chamal,
Ya no son los españoles
Los que les hacen llorar,
Hoy son los propios chilenos
Los que les quitan su pan.
Levántate, Pailahuán.
Ya
rugen las votaciones,
Se escuchan por no dejar,
Pero el quejido del indio
¿por qué no se escuchará?
Aunque resuene en la tumba
La voz de Caupolicán,
Levántate, Huenchullán.
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