El pueblo cuenta
Año I N° 8
Mayo de 2018
Texto: Alicia Grela Vázquez
Imagen: Elsa.Sposaro
Artesanía Guaraní
SUMARIO
Cosmogonía guaraníMesianismo y religión
Cosmogonía guaraní
Los mitos guaraníes primigenios
prueban que ese pueblo creía que en el principio de los tiempos sólo existía
el caos, formado por la niebla primigenia (Tatachiná) y los vientos
originarios. Ñamandú, llamado Nuestro
Padre Grande y también Nuestro Gran
Padre último y primero, se crea a
sí mismo en ese medio caótico.
Caos
Antes de la llegada de
los europeos en la sociedad guaraní, existían dioses supremos que habían
creado la Tierra Sin Mal y en ella dieron origen a otras deidades
construyendo una compleja trama teogónica.
La Tierra Sin Mal - Mariela Monges Aréjola
La influencia del cristianismo
hizo que las creencias de los pobladores originarios se cambiaran e hibridaran
para adaptarse a los nuevos tiempos. Aquellas que no pudieron hacerlo, se
ocultaron u olvidaron. Pero el hecho es que los guaraníes no eran entonces
monoteístas como luego por necesidad lo fueron.
El peso de la tradición autóctona y el
conflicto cultural con los valores vigentes en los territorios guaraníes
sometidos a las leyes de distintos estados nacionales han inspirado la película
documental La Bruma, realizada en el año 2010 por el psicoanalista Enrique
Acuña, como guionista y director. En ella hay testimonios del choque de dos
mundos, que comenzó con la conquista y aún no acaba.
Ñamandú realizó un
proceso autocreativo, por etapas, como lo podría haber hecho un vegetal: se
afirma sobre sus raíces (las plantas de los pies), extendió sus
ramas (brazos con manos) y desplegó su copa (hojas y
flores) y se plantó erguido como un árbol, en una postura de
elevación al cielo.
Ñamandú
El corazón de Ñamandú comenzó
a resplandecer. Con la luz eliminó las tinieblas. Después
concibió la Palabra Creadora (Ayvú). Ésta posteriormente, a su tiempo,
cuando hubiesen sido creados los humanos les sería legada para que desarrollasen
su propio lenguaje (como Palas Atenea, la diosa de la
sabiduría hizo con la creación de Prometeo según el mito griego).
Ñamandú tomando mate – Carlos Vivas
Concluida su propia generación, Ñamandú creó
a otros tres dioses principales que le ayudarían a realizar su ardua tarea: Nuestro Padre de Corazón
Grande (padre de las palabras), Karaí (el dueño de la llama y del
fuego solar), Yakairá (el dueño de la bruma, de la neblina y del humo de
la pipa que inspira a los chamanes) y Tupá (el dueño de las aguas, de las
lluvias y del trueno). Ninguno de ellos ni sus esposas tenía ombligo, pero sí
conciencia de su divinidad.
Origen de los dioses guaraníes
Los
cuatro compañeros procedieron
entonces a la creación de la primera tierra. Ñamandú cruzó dos varas
indestructibles y sobre ella asentó la tierra, sostenida con cinco sagradas palmeras
pindó: una en el centro y una en cada extremo. Una, hacia la morada
de Karaí (al Oeste); la segunda, hacia los vientos nuevos (al Norte);
la tercera, hacia la morada de Tupá (al Este) y la cuarta, hacia el
origen del espacio tiempo primigenio (al Sur), con el firmamento
descansando sobre esas columnas.
Palmera pindó
Los mitos guaraníes primigenios
prueban que ese pueblo creía que en el principio de los tiempos sólo existía
el caos, formado por la niebla primigenia (Tatachiná) y los vientos
originarios. Ñamandú, llamado Nuestro
Padre Grande y también Nuestro Gran
Padre último y primero, se creó a
sí mismo en ese medio caótico.
El corazón de Ñamandú comenzó
a resplandecer. Con esa luz
eliminó las tinieblas. Después concibió la Palabra Creadora
(Ayvú). Ésta posteriormente, a su tiempo, cuando hubiesen sido creados los humanos,
les sería legada para que desarrollasen su propio lenguaje (como Palas
Atenea, la diosa de la sabiduría hizo con la creación de Prometeo
según el mito griego).
De los compañeros de Ñamandú los misioneros jesuitas aprovecharían muy especialmente las características de Tupá para relacionarlo con el Dios
cristiano. Así consiguieron desviar de esa manera el sentido inicial del mito
mayor fundacional indígena y adoctrinar más fácilmente al pueblo, por las analogías.
Ruinas de las Misiones Jesuíticas
Mesianismo y
religión
Elementos de la religión guaraní aparecen en las insurrecciones
de este pueblo contra la conquista y la colonia. La respuesta profética contra los abusos
coloniales fue más que una simple rebelión
contra la opresión y una liberación de la esclavitud. Estudios modernos y contemporáneos más
críticos confirmaron que las creencias fueron un ingrediente fundamental. Esto mostraría una afirmación de la
identidad y una voluntad de autenticidad para conservar el modo de
ser tradicional.
Religión y espiritualidad guaraní
La religión guaraní fue una forma que dio sentido al movimiento de
liberación. Pero no fue instrumentada para eso. Ella fue una búsqueda,
aunque sin dejar de ser una respuesta reactiva al vasallaje. El ritual del
canto, la danza y la oración expresó su resistencia a un modo de la
cultura del dominante invasor europeo.
Guaraní
En las manifestaciones verbales del cacique Oberá se ha podido advertir el sincretismo
religioso en un conjunto de elementos. El profetismo guaraní, arraigado
en sus creencias, no dependió de factores externos. Sin embargo, la conquista
española pudo haber contribuido a condicionar su aparición. Ella confirió su fundamento mítico
y las categorías para su desarrollo concreto. En diversas circunstancias
la estructura profética guaraní mostró idénticas analogías.
Mapa de la Distribución Guaraní
Fue el sacerdote Francisco de Andrada, (según las referencias
hechas por Bruno en escritos de 1966) quien en 1545
mencionó la religión Guaraní, al
decir que ellos no adoraban cosa ninguna, que eran supersticiosos y agoreros y que todos
ellos creían en los sueños. Pero
no fue sino hasta 1594, que el padre Alonso Barzana dio una síntesis
con particular resonancia de las rebeliones.
Es toda esta nación muy inclinada a
religión verdadera o falsa…Esta propensión suya a obedecer a título de
religión, ha causado no sólo que muchos indios infieles se hayan fingido entre
ellos hijos de Dios y maestros, pero indios criados entre los
españoles , se hayan huido entre los de guerra, y unos llamándose Papas,
otros llamándose Jesucristo, han hecho para su torpeza monasterios
de monjas … tienen sembrados mil agüeros y supersticiones y ritos
de estos maestros, cuya principal doctrina es enseñarles a que bailen,
de día y de noche, por lo que vienen a morir de hambre, olvidadas sus
sementeras…
En los
textos de Barzana (o Barcena), recogidos por el padre Guillermo Furlong,
se hacía referencia a que los
guaraníes tenían muchas danzas: Bailes
tienen tantos y tan porfiados fundados en su religión, que algunos mueren en
ellos…De esta gente algunos se han muerto de pestilencia, malos tratamientos y
guerras y otra gran suma donde hay muchos millares, ha treinta años que está
alzada contra esta ciudad y obedecen a sus hechiceros y no admiten Padres.
Guillermo Furlong
En sus
escritos el historiador jesuita consideró que la religión guaraní fue sacramentalizada
en el canto y en la danza, bajo la inspiración chamánica.
La búsqueda de la Tierra sin Mal (carente de dolor) motivó muchos
movimientos migratorios. Este tema mítico podría haber estado presente
en primer tiempo colonial.
Los
chamanes (hechiceros) interpretaban la servidumbre a la que su
pueblo estaba sometido por el régimen colonial, como el mayor y peor de los males
concretos. Es por eso que entonces los payés organizaban la rebelión contra
el dominio, como una reacción a partir de la propia mitología y por
medio de los ritos tradicionales redivivos. Sólo algunas de las
reducciones se presentaron como una utopía anticolonial.
Aguada Chaqueña – Emili Aparici
El autor del poema La Argentina,
Martín del Barco Centenera y el
padre Lozano coincidieron en atribuir la rebelión de Oberá a que
él pudo haber reinterpretado como subversivos los sermones del
padre Martín González, mencionado por ambos como clérigo idiota. Pero la revuelta del cacique, en un contexto histórico más amplio, mostró tener
raíces más profundas que explicarían su profetismo y la fuerza de su
acción.
Esta rebelión se estructuró
y constituyó a partir de su propia tradición, en las formas e imágenes de
su mitología y ritual. De allí nació su movimiento profético
y no en el de las enseñanzas bíblicas.
Sin embargo, podrían establecerse analogías entre el profetismo autóctono
y el semita. El parecido con las ceremonias católicas en las
acciones libertarias de Oberá y otros jefes guaraníes, aunque existente,
no es determinante sino circunstancial.
Cacique Oberá
La insumisión guaraní fue nativa.
Se trató de una respuesta concreta a la encomienda (una singular forma del
dominio colonial). Pero también fue un rechazo
contra la forma de vida del conquistador. La dominación primero se
valió de las armas. Pero luego (para
afirmarse) del bautismo y de la aculturación (la asimilación
de formas de vida de la España católica).
La reacción anticolonial se manifestaría en la práctica de una
especie de contra bautismo y en la vuelta a las creencias religiosas
y tradiciones tribales, al uso de la propia lengua: el idioma
guaraní. Todas ellas fueron revalorizadas como las principales características
de la identidad nacional y de la singularidad guaraní.
En varios levantamientos la rebelión contra la servidumbre
y la encomienda acompañó a la apostasía.
Pues procedían al rechazo del nombre español que se les había impuesto, para
tomar uno de origen guaraní, El poner el nombre a una persona es
(aún actualmente) una función propia de los chamanes de más prestigio.
Pues en el pueblo guaraní una persona
no se llama, sino que es su nombre.
En la insurrección anticolonialista, el guaraní tenía conciencia de que a causa de su nombre
europeo él había hecho perder su identidad de origen y le había
hecho asumir otra. Por esa razón los chamanes insistían en rebautizar.
Su finalidad era la de
reencontrar, para cada uno con su nombre, su ser verdadero,
el auténtico, como aseveró Bartolomeu Meliá.
La antropóloga Branislava Susnik citó lo ocurrido en el caso de una
rebelión que tuvo lugar en el año 1616 y
fuera dirigida por el indio Paytara. Él consiguió que dejasen los nombres españoles y mataran los perros, las vacas
y los animales habidos de España, y que lo siguiesen a los bosques, abandonando
el pueblo.
Branislava Susnik
Antonio
Ruiz de Montoya, estudioso de las costumbres guaraníes, consideró las ceremonias
de desbautismo que aparecerían con cierta frecuencia en los comienzos de
las Misiones Jesuíticas. Este sacerdote misionero entendió que con ellas
los hechiceros querían significar su
oposición al régimen de las reducciones que se iba implantando.
Arte y Vocabulario de la lengua Guaraní – Montoya
Reducción Jesuita: Ruinas de San Ignacio Miní
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